lunes, 14 de noviembre de 2011

Relato de ciencia ficción. Reflejos de grandeza.

Reflejos de grandeza. 

Supe que ella era una cyborg cuando vi los cables brotando de su brazo amputado, increíblemente bien disfrazado bajo aquella piel de seda, seguramente cultivada en los mejores laboratorios genéticos. Cuando vi aceite y no sangre bajo su falso cuerpo humano, que ahora yacía en el suelo en espera de su desconexión, mientras las chispas acentuaban la muerte de sus circuitos. 

 —Tenías razón —Grité furiosa—: solo soy otra estúpida máquina. ¡Pero nunca volverás a reírte de mí, maldito espejo!  

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