sábado, 26 de noviembre de 2011

Relato de denuncia social: Abre los ojos.

Imagen por ssh, flickr.com
Abre los ojos.

Simplemente abrí los ojos, como tantas otras veces a lo largo de mi vida, pero tardé pocos segundos en descubrir que esa mañana era diferente. Aquellas no eran mis sábanas, ni tampoco mi cama… ni siquiera estaba en mi habitación. Todo era extraño y desconcertante.
            Recordé un día normal de mi rutina: levantar y darles el desayuno a mis hijos, llevarlos al colegio, ir a trabajar, recogerlos al atardecer y regresar a nuestro diminuto apartamento. Aquel séptimo sin ascensor era todo lo que podía permitirme después del divorcio, pero allí estábamos en paz, y lo más importante, lejos de mi demente ex marido.
            Seguí observado la habitación. Había flores en las mesitas, una televisión de moneda y hasta barrotes en los bordes de mi cama. Tenía toda la pinta de ser la habitación de un  hospital. Quise levantarme de un salto pero mi cuerpo estaba entumecido, así que tuve que incorporarme lentamente. Caminé con torpeza hasta llegar a la puerta, y justo cuando estaba a punto de girar el pomo alguien se adelantó al otro lado.
            Los visitantes, dos muchachos de mi edad, mostraban tal sorpresa en sus rostros que parecían ellos los que acababan de despertase en un hospital.
­            —¿Qué ha pasado? ¿Dónde están mis hijos? —Pregunté desesperada.
            La joven derramó una lágrima y salió huyendo. Solo el chico se quedó a mi lado, aunque visiblemente impresionado. Cuando consiguió reaccionar simplemente entrelazó mis dedos con los suyos, haciéndome bajar la vista hacia ambas manos. ¡Pero esa no era mi mano!
            —Él te esperó a la salida del trabajo —Dijo el chico—. Pensó que te había matado, y por treinta años así fue.
            Entonces vi mi rostro reflejado en las pupilas del joven, que aclaró mis dudas empleando solo un par de palabras.
            —Hola mama.

3 comentarios:

  1. pobre la chica avia despertado en el hospital por q su marido la avia casi matado y sus hijos la fueron a ver q bueno y despues mas tarde se dio cuenta q eran sus hijos T.T eso supongo yo

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  2. Supones muy bien. Es un relato de ficción que por desgracia también es muy real en la actualidad.

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