sábado, 7 de enero de 2012

El lector viajero. Relato alternativo de "El quijote".




—¡Deponed vuestras armas! —Gritó Don Quijote a los molinos.

—Noble caballero —respondió  una voz tras las torres—. Ruego vuestra clemencia para con nuestros gigantescos cuerpos, que tan solo aspiran a capturar el viento que mueve las aspas. 

—Puesto que habéis respondido humildemente, os perdono la vida —Sentenció el caballero.

Pero no hablaba con los molinos, sino con el humano que se ocultaba tras ellos. El embaucador, que sostenía el libro de Don Quijote de la mancha, volvió a saltar a sus páginas. Quien sabe a qué párrafo viajaría esta vez…  y que cambiaría allí.

1 comentario:

  1. le digo a vuestra merced, que dulcinea esta locamente anamorada de tan brillante y pulida armadura, quizas no encuentre su caballerosidad mujer mas hacendosa en toda castilla, y usted...mirando hacia otros lares sin hacerle el menor de los detalles.

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