lunes, 9 de abril de 2012

Eternos. Poesía gótica.


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Eternos


Te vi una sola vez y me bastó
para querer amarte una eternidad.
Tú fingías desconsuelo,
y yo vivir mi inmortalidad.

Fue en la necrópolis de piedra
donde creí volver a la vida.
Tus lágrimas de sal, no de tristeza,
tu aliento reviviendo esta alma muerta.

Olí tu esencia, acaricié tu piel,
sentí tus latidos y saboreé su miel.
Aunque me acerqué como un ladrón
fuiste tú quien robó mi ser.

Humana de porcelana, compañera fiel,
que vagas sin rumbo y sin camino:
llevas tú dolor en el alma, marcando tu piel.
Aun no sabes que yo cambiaré tú destino.

Él no puede seguirte en la muerte
ni esconderse de mí tras ella.
Bien sé que tus lágrimas son por tu suerte
y tu luto una farsa embustera.

Bien veo yo tus heridas,
las maquilladas, y las escondidas.
Bien veo yo tu corazón, viuda sin pena;
cuando guarde silencio 
tú serás mi reina.

Ya no quedan más ojos que nuestras pupilas,
ni más testigos que muertos e inmortales.
Tú ya no pertenecerás a los vivos
ni te herirán más sus maldades.

Compañera eterna, 
hipnotizada con mis versos,
enajenada por mis caricias 
sobre tu piel suave.
¿No te has dado cuenta de que ya se han ido
los vivos y el día, la función y sus disfraces?

Y mientras saboreo tu néctar escarlata 
resbalando por mis fauces,
oigo poesía, y esculpo un mar 
de futuras maldades.

Ahora que ya no temes, 
yo solo temo que no me ames.
Ahora que somos eternos, 
cazaremos a simples mortales.




1 comentario:

  1. Si...realmente gotico...pero no un gotico exagerado para no ser considerado (gore) y por lo tanto hasta doloroso para algunos oidos...muy bueno meli, un beso

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